viernes, 31 de octubre de 2008

- En mis estados de histeria mataría a cada persona que se cruzara en mi camino. Pero la re concha de la lora todo tiene que salir mal? Ni un moden del orto puede andar bien? Dios mio, estoy de lo más histerica quiero irme al campo con mi vaquita (U) dejenme de joder con las estupideses y dejen de quejarse por pelotudeces. Me hartan. Bueno ademas de todo lo demas. Odio vivir DIOS.

domingo, 26 de octubre de 2008


- Aff, parece que cuando queremos decir las cosas que nos duelen las palabras se olvidan que las necesitamos y se esconden. Es tan difícil la puta madre, pero me cansé. Me cansé de que me lastimes porque HELLO! lo único que haces últimamente es lastimarme una y otra vez sin parar, pero esta vez me cansé de que me lastimes y llegué a mi punto máximo; no quiero más llorar por vos, no quiero más preocuparme por vos, no quiero más pasar esos momentos horribles que TU ignorancia me hace pasar. Decime: ¿cuando te ignoré? ¿cuando te lastimé? ¿cuando te hice sentir un trapo? ¿cuando me reí de vos en la cara? ¿cuando te fallé? ¿cuando rompí nuestras promesas? ¿cuando? Entonces no entiendo porque vos me respondes así. Esta bien, puedo no ser la mejor amiga del mundo, puedo tener más defectos que virtudes, puedo ser molesta y todo lo que vos quieras pero ¿meresco que me lastimes una y otra vez? Yo puedo más, me agoté, me cansé. Vos sos mucho más de lo que pedía como amigo pero no puedo con vos, es más lo que sufro que lo que me divierto con vos. Y te pregunto otra vez ¿merezco esto? Ayer me hiciste sentir un trapo, me llamas cuando necesitas un sms ( y ni nisquiera me lo pedis vos como si fuer un monstruo cuando me enojo) o cuando queres merengadas; pero cuando hay que ponerse serios o cuando quiero hablar nunca podés, siempre hay gente más arriba que yo y ayer me lo hiciste sentir y no te das una idea lo que DUELE. Pasarme por atras y nisiquiera decirme 'chau' cuando sabías que lo único que esperaba en esa fiesta era que hablemos y me cuentes porque mierda me ignoraste tres semanas... si, tres semanas porque me pase día por día anotando que ni siquiera me mirabas que me ignorabas como si fuera una pared en tu mundo. Reitero, quisiera que estes adentro mío para que sientas MI dolor, porque a vos todo te resbala, yo te importo lo mismo que un mantel y VOS me demostras eso, solo vos.

'No me dejes, no me olvides, no me cambies', vos rompiste dos de nuestras promesas: 'no me dejes y no me cambies', ayer me demostraste que cuando estamos solos podemos ser los best mas felices del mundo pero cuando estás con él paso a ser una mas del montón, y ni siquiera eso, paso a ser una completa desconocida.

Encima lloro como la más pajera del mundo, pero sabes que? Yo te amo y sos mi mejor amigo, y esto me duele tanto que mi mente dice 'ya fue perdonalo una vez mas' pero mi corazón ya no soporta que lo lastimes gratuitamente.
'Ya no quiero mas llorar, creer en vos'. Ya no puedo creer en tus promesas 'voy a cambiiar, no lo voy a hacer mas, perdoname' esas palabras ya me son vacías.
Te amo pero ayer me terminaste de demostrar que nuestra amistad pierde valor cuando estás con él, y yo pense que nuestra amistad estaba más allá de todo.


BASTA!

jueves, 23 de octubre de 2008

Llegaste al final, ya no volves más.

Presentimiento de un final... ni querido ni esperado, un final. Y parece que de eso se trata: de comienzos y finales. Algo que empieza termina como algo que nace, muere. Pero que hacer cuando no queremos finalizar, cuando no queremos que llegue el final... nada. Porque ¿que podemos hacer si el final ya esta escrito? Resignarnos. Nada es fácil, nadie te regala nada. Atravesar un obstáculo se convirtió en ver como salimos vivos de un apuro. Sin heridas, sin lastimarnos, sin involucrarnos del todo. ¡Qué fácil suena! Imposible no salir heridos... cualquier situación por mas mínima: duele. Un rechazo, una espera, una frustración... ¡duele! Y cómo duele... Porque nos dirán que ya somos mayores, si todavía en el fondo sabemos que somos solo nenes y nenas jugando a madurar. Somos grandes para tomar responsabilidades, cuidarnos, colaborar en casa, etc, etc, etc... pero nuestra alma todavía anhela ser pequeña y ante esa herida recibida, encontrar el consuelo de mamá o papá. Con finales o sin finales, cuesta sobrevivir.
Si se acerca el final, prefiero apagar la tele... no tengo ganas de verlo.


A veces cuando todo parece ir por buen camino, llega el momento que desencadena ‘tal crisis’. Cuando más pones de vos para estar bien, menos los demás hacen para brindarte el bien. Cuando más necesitas a tu amigo, menos te demuestra que te quiere. Cuando más necesitas esa unidad, menos posible es entrelazar los lasos. Cuando más necesitas su sonrisa, menos fuerza tiene para regalártela. Cuando más soñas con él, menos son las señales de vida que te demuestra. Cuando más necesitas ayuda, menos lo demostras.
A veces las cosas no son como las esperamos... a veces lo verdadero se convierte en pasajero, y lo pasajero es realmente lo verdadero. A veces sólo querés estar rodeado de tus amigos y estallar con ellos. A veces aquellos a los que menos ves, te hacen estallar con ellos. A veces querés esto y a veces querés lo otro. A veces todo marcha bien, otras veces no del todo bien. A veces necesitas un poco de atención extra. A veces no alcanza solo con escribir ‘te amo best’ en un papel. A veces duele la ignorancia. A veces preferiríamos estar ‘en la sexta nube del segundo piso’ en vez de pisar débilmente la tierra. A veces la única compañía que tenemos para llorar es un papel y un lápiz. A veces los finales felices no son del todo felices, y lo que parecía perfecto en realidad no lo es del todo. A veces estaría bueno dormir por días y despertarse en una realidad mejor. A veces solo queremos estar solos, acompañados. A veces nos tropezamos con la misma piedra, una y otra vez, y el amigo no es amigo, el aliado en realidad es el rival.
Cuando pasan estas cosas, solo querés escuchar música que acompañen las lágrimas que no querés derramar. Escuchar una voz de aliento del otro lado del teléfono por lo menos por 5 minutos, sentir un ‘aca estoy’... un ‘te quiero’, un ‘cuidate’, un ‘no quiero que estés mal’.

Sentirse raro. Sentirse vacío. Sentirse solitario. Sentirse solo. Sentirse abatido. Sentirse destrozado. Sentirse herido. Sentirse lastimado. Sentirse perdido. Sentirse desesperado. Sentirse triste. Sentirse aciguatado. Sentirse dolido. Sentirse abandonado. Sentirse traicionado. Sentirse defraudado. Sentirse débil. Sentirse angustiado. Sentirse incomprendido. Sentirse indiferente. Sentirse ignorado. Sentirse vencido. Sentirse derrotado. Sentirse desmoronado. Sentirse confundido. Sentirse angustiado. Sentirse acabado. Sentirse aplastado. Sentirse harto. Sentirse deteriorado. Sentirse asustado. Sentirse miedoso. Sentirse apesadumbrado. Sentirse apenado. Sentirse desconsolado. Sentirse invisible. Sentirse cansado. Sentirse desarmado. Sentirse nublado. Sentirse oscuro. Sentirse desganado. Sentirse aterrado. Sentirse nada. ¿Sentirse?

En mi mejor momento.